miércoles, 29 de febrero de 2012

Un humor que rezuma (2ª parte)

Una vez se ha deglutido la excrecencia indeseable
un número incontable de veces, su sabor
se va haciendo más repunante, si cabe.

Hasta que un feliz día, los hazares de la química emocional
deciden que en combinación con los jugos gástricos,
el fluido malnacido se vuelva inestable, combustible.

El desafortunado sujeto,
inconsciente de todos estos procesos,
ha de sufrir una explosión interna descomunal,
localizada entre el píloro y el cardias.

Y de hecho, finalmente explota,
pero como hemos señalado
no es una explosión ni física ni exterior;
con lo que no se verá ni sangre ni vísceras
a las paredes adheridas.

Sí se darán, en cambio, nuevas alteraciones
en las rutinas alimentarias y otras costumbres
de este animal experimental,
ahora un poco más experimentado.

*Viene de "Un humor que rezuma" (click)

viernes, 24 de febrero de 2012

Formaliz-acción

1. "(...) todo hecho (o acción) es como un molde de una determinada forma. Cualquiera que sea, impone a la serie de los hechos que ha venido a interrumpir, y parece concluir, un perfil que creemos el único posible porque no conocemos el que hubiera podido sustitituirle."

2. "Para lograr objetivos prácticos y formas con valor estético (...) no se puede siempre -quizá nunca- empezar de una forma racional y un punto de partida técnico. (por otro lado) Las formas de puro divertimento, sin uso práctico desaparecen en diez años."

*1. Alvar Aalto citado por Kenneth Frampton: Modern Architecture. A critical history 
*2. M. Proust: La fugitiva
*3. Ambas citas recogidas en el libro de Adéläide de Caters, El despertar de la materia. Aalto, Eisenstein y Proust.

miércoles, 22 de febrero de 2012

La caja

Quien permanece mucho tiempo encerrado, 
suele preparar o su muerte o una gran salida.

lunes, 20 de febrero de 2012

Impulso vital

Me siento como un diamante en bruto brillando en el mejor momento de mi vida.
¡Dediquémonos a hacer cosas que molen!
Ganaremos dinero y así conoceremos a algunas modelos con las que casarnos.
Yo me mudaré a París, me meteré heroina, y follaré con las estrellas. 
A tí te pega más estar en tu isla privada, la cocaina y los coches elegantes.


Ya está decidido, viviremos rápido y moriremos pronto.
Aprovechemos esta revelación para pasarlo bien de verdad.
Quizás todo esto sean exageraciones. Pero, ¿qué otra opción hay?
¿Conseguir un puesto de trabajo en la oficina y madrugar para no llegar tarde?


Mejor olvidar a la familia y a los viejos amigos, 
o por lo menos finjamos que lo hacemos.


Hecho de menos la hora del recreo, los juguetes y coger lombrices del jardín.
Hecho de menos el calor de mi madre y el peso del mundo.
Hecho de menos a mi hermana, mi padre, mi perro y mi casa.
Sí, hecho de menos el aburrimiento, la libertad y las horas en mi habitación.


Pero en ese lugar ya no hay nada que podamos hacer.
Hay que filtrar ciertos tipos de amor para poder resetear la vida.
Así podremos tener hijos con nuestras modelos y después divorciarnos de ellas.



Pasará un tiempo antes de que conozcamos a otras supermodelos ¡y todo seguirá funcionando!


Hasta que nos ahoguemos en nuestro propio vómito, y ese será el final.
Porque estamos hechos para fingir que lo intentamos.


*Reinterpretación de la letra de la canción de MGMT, Time to pretend (Click), del disco Oracular spectacular.

domingo, 19 de febrero de 2012

Gente genuina

Dos celebridades mundiales se van a tomar unas copas a un bar. A la salida, uno de los dos es asaltado por una marea violenta de fanátic@s del autógrafo. 

Mohammed Alí:  Dime, John, ¿es a esto a lo que se llama fama?
John Lennon:  Mira, campeón. Cuanto más auténtico eres tú, más raros se vuelven ellos.


*Conversación jovial entre un rey del pop excéntrico y un campeón de boxeo carismático.

jueves, 16 de febrero de 2012

Hombres como castillos

      Y ahí se encontraba Sigfrido, retenido en los calabozos con la compañia de un preso famélico cuya mirada parecía haberse extraviado sobre los toscos muros.

      Acurrucado y maniatado junto a un montón de excrementos secos era interrogado por alguien cuya indumentaria hacía indudable su condición de noble. Le habían tendido una emboscada, matado a todos sus hombres, y ahora le exigían confesión y justicia por unos hechos de los que no tenía constancia.

      Él, que había luchado y mandado sus huestes contra bárbaros del sur y del norte. Él que había rendido castillos guardados por guerreros de gran valía, y defendido con fiereza tantas otras murallas. Había seguido órdenes directas de los más cercanos al rey, y se había ganado el honor de su reconocimiento y remuneración.

      Los villanos que había ajusticiado por decapitación se contaban por cientos; y la mujeres que habían cedido a su voluntad por miles; su mirada se clavaba en los pobres de espíritu y forzaba automáticamente a la obediencia y humillación; su cuerpo, un mapa del dolor físico, era una prueba viviente de que las heridas no matan si hay fuerza y coraje además de sangre y vísceras.

      Tendido en el suelo le exigían respuestas que no podía dar, no tanto por su condición de inocente ignorante, sino porque su alma estaba anegada de miedo. Era ese miedo atroz a no saber qué le deparaba el destino el que le paralizaba ahora el cerebro, le aceleraba el corazón y doblaba su cuerpo hasta convertirlo en una lastimosa bola en el suelo con los ojos cuajados de lágrimas.

      -¡Quiero a mi mamaaa!-fue lo único que acertó a pronunciar entre los sollozos. Un exclamación carente de sentido, por otro lado, ya que lo más parecido a una figura materna en su vida fue una ramera a la que le cogió especial cariño antes de degollarla en un arranque etílico.

      Por primera vez en su vida se había topado con una situación de cuyo desenlace dependía verdaderamente su destino. La fatalidad hizo que esa primera vez, a una edad en la que empezaban a asomar las canas, fuera también la última.

      Una vez ejecutado por linchamiento, el cuerpo inanimado permaneció colgado en el centro de la plaza tres días y tres noches como trofeo y señal de que en la ciudadela hay seguridad y justicia,  y el bravo Sigfrido nunca tuvo otra oportunidad para hacer nada al respecto.

viernes, 10 de febrero de 2012

Yo-estratificado

1. "Nuestro yo está hecho de la superposición de nuestros estados sucesivos. Pero esa superposición no es inmutable como la estratificación de una montaña. Se producen perpetuamente levantamientos que hacen aflorar a la superficie estratos antiguos."

2. "Esto quiere decir que un energía ha tomado cuerpo por sedimentación del tiempo, se ha fosilizado y a pesar de esto ha mantenido todo su poder de movimiento, de transformación. Podríamos calificarlas como huellas fósiles de antiguas energías."

* 1. M. Proust en La fugitive
* 2. Aby Warburg, citado por A. Michaud en Warburg et l'image du mouvement.

* Ambas citas se recogen el libro de Adélaïde de Caters, El despertar de la materia. Aalto, Eisenstein y Proust. En sus textos, materialidad y sensualidad con frecuencia son difíciles de separar. Esta belga/francesa/barcelonesa me cae bien.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Los personajes demasiado creíbles

     Metes el dvd y te pones a ver una película. Después de media hora te das cuenta de que lo que estás viendo no es ficción, y te incomodas, te mueves en el asiento y casi hasta te aburres. Los personajes se pegan las dos horas buscando algo que no es ni obvio ni grandilocuente. Pero como el guión está bien hilado, te das cuenta de que tú podrías ser uno de los personajes, y eso sí te interesa: lo que te puede pasar a ti en los siguientes ochenta minutos...


     Ahí van dos películas que no son películas, porque son demasiado creíbles y nada expectaculares. Son una ventana abierta a un mundo emocional sin esos claroscuros del lenguaje cinematográfico que nos pegan al asiento. Si te llegas a aburrir del todo en la mitad, es que los personajes son como extraterrestres para ti, así que no merece que gastes más tu tiempo. Pero si logras empatizar con los protagonistas, el final de ambas te reserva un momento de tragicomedia sublime.

domingo, 5 de febrero de 2012

Canibalismo urbano

"El verdadero problema es que el Waldorf-Astoria no es un rascacielos. Cuanto más aumenta el valor de la manzana debido al éxito del hotel, más urgente se hace levantar una construcción definitiva que sea al mismo tiempo:

1. una nueva encarnación de la idea del Waldorf original, es decir, una "casa" colosal que conserve la atmósfera de una mansión privada, y
2. un rascacielos que recoja la cosecha financiera permitida por la Ley de Zonificación.

En los dibujos, dos ocupantes igualmente fantasmagóricos se disputan ahora la manzana. (...) se dibuja como una secuencia de ocupaciones: desde la naturaleza virgen, pasando por la casa de labranza Thomson, las mansiones de los Astor y el hotel Waldorf-Astoria, hasta llegar finalmente al Empire State. Esto indica que el modelo de urbanismo de Manhattan es ahora una forma de canibalismo arquitectónico: al tragarse a sus predecesores, el edificio final acumula todas sus virtudes y los espíritus de los anteriores ocupantes del solar y, a su manera, conserva su memoria.


El edificio Empire State es la última manifestación del manhattanismo como proceso puro e impensado, es el clímax del Manhattan subconsciente. En cualquier otra cultura, la demolición del viejo Waldorf habría sido un impensable acto de destrucción, pero en la ideología del manhattanismo constituye una doble liberación: mientras que el solar queda libre para encontrar su destino evolutivo, la idea del Waldorf se libera para ser rediseñada como ejemplo de una explícita cultura de la congestión."

*Extracto de manifiesto Delirious New York (1978) escrito por el pritzkereado Rem Koolhaas. La fotografía es su portada.

miércoles, 1 de febrero de 2012

La buena presencia

"Tengo un castillo, vivo en él y, hacia fuera, os muestro esta fachada. Esta fachada dice: yo -el castillo-, soy, puedo, quiero, independientemente de lo que haya querido tanto el propietario como el arquitecto. Y la fachada tambien dice: pero no os enseño todo. Ciertas cosas están en el interior, y no os incumben. Esto ocurre tanto en un castillo como en una vivienda de ciudad."

*Extracto del libro Atmósferas, libro que recoge la conferencia pronunciada por el premiado con el Prizkler, Peter Zumthor en 2003.