lunes, 20 de febrero de 2012

Impulso vital

Me siento como un diamante en bruto brillando en el mejor momento de mi vida.
¡Dediquémonos a hacer cosas que molen!
Ganaremos dinero y así conoceremos a algunas modelos con las que casarnos.
Yo me mudaré a París, me meteré heroina, y follaré con las estrellas. 
A tí te pega más estar en tu isla privada, la cocaina y los coches elegantes.


Ya está decidido, viviremos rápido y moriremos pronto.
Aprovechemos esta revelación para pasarlo bien de verdad.
Quizás todo esto sean exageraciones. Pero, ¿qué otra opción hay?
¿Conseguir un puesto de trabajo en la oficina y madrugar para no llegar tarde?


Mejor olvidar a la familia y a los viejos amigos, 
o por lo menos finjamos que lo hacemos.


Hecho de menos la hora del recreo, los juguetes y coger lombrices del jardín.
Hecho de menos el calor de mi madre y el peso del mundo.
Hecho de menos a mi hermana, mi padre, mi perro y mi casa.
Sí, hecho de menos el aburrimiento, la libertad y las horas en mi habitación.


Pero en ese lugar ya no hay nada que podamos hacer.
Hay que filtrar ciertos tipos de amor para poder resetear la vida.
Así podremos tener hijos con nuestras modelos y después divorciarnos de ellas.



Pasará un tiempo antes de que conozcamos a otras supermodelos ¡y todo seguirá funcionando!


Hasta que nos ahoguemos en nuestro propio vómito, y ese será el final.
Porque estamos hechos para fingir que lo intentamos.


*Reinterpretación de la letra de la canción de MGMT, Time to pretend (Click), del disco Oracular spectacular.

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