Aisha Gadafi posando junto a un pilar ruinoso de hormigón armado de Trípoli (Abril de 2011). La simple y vulgar intención del fotógrafo era la de ofrecer a los ciudadanos libios la sensación de que lo mejor de la familia Gadafi les acompaña a pie de calle. Lo que no sabían ni el fotógrafo ni la real hija es que el acero desnudo no significa nada estructural si no está embebido en hormigón compacto.
Pilar y princesa ofrecen la misma estampa penosa al estar ambos desposeídos del abrazo de la masa, ya que queda al descubierto su inutilidad en el mundo. Porque si es verdad que la potencia de una estructura la da el acero, la masa le otorga la estabilidad.
Sólo queda la certeza de que la familia de uno de ellos siempre actuó con auténtica nobleza en el pasado.
Éticamente necesario y formalmente perfecto...!
ResponderEliminar(me sonrojo) ^-^
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