miércoles, 7 de diciembre de 2011

Oscuridad subjetiva


Acariciamos juntos los muros de la calle hasta que llegamos a un camino sin salida. De alguna manera el fondo de saco nos restregaba nuestra costumbre de no pensar dos veces al elegir el camino.

Esta interrupción brusca en mi vida había sido un designio del cielo, así que fui a la iglesia, y me arrodillé no para arrepentirme, sino para llorar.

<<Lloraré hasta que llegue a ese sitio del que nunca se regresa, sólo en ese momento relegaré el sufrimiento al pasado, cuando me envuelva el manto negro>>.

Durante las noches en las que ardían las sábanas pensaba que alguien finalmente se acercaría a mi.

<<Es posible que venga alguien y me castigue por mis pecados, que me conozca a través de mis crímenes. Entonces me preguntarán y sonsacarán, porque querrán verlos y sentirlos, los fantasmas que me siguen, las barreras interiores, los sueños... ¡Porque ellos también tienen los suyos!>>

Al final se acercaron a mí, pero obviaron mi oscuro pasado. Me miraban con esos ojos llenos de estrellas sin percatarse de que observaban a un foco de oscuridad abismal.

Yo hacía verdaderos esfuerzos para mostrarme como un trozo del demonio:
<<Tenéis que saber que esto no es una máscara. Así que asumámoslo: soy defectuoso.>>

Desde entonces me recuerdan sólo por ese último momento.

Así que cuando te recuestes boca arriba y te dejes llevar, entonces mira todas esas estrellas centelleantes en el cielo, y piensa que las nubes blancas a su vez son un manto negro.


*Texto inspirado por la canción Black (click) de Danger mouse &Danielle Luppi

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