Después de mis múltiples pataletas de adolescente no me calmaba hasta que me decía a mi mismo alguna de estas reflexiones:
"Nunca te olvides de mirar al cielo de vez en cuando. Intenta tener al menos un momento de calma al día."
"Cuando sólo seas capaz de escucharte a ti mismo deja a un lado tu ego y calla, aunque solo escuches silencio será un silencio enriquecedor."
"La excelencia no te debe costar ni un ligero suspiro de cansancio. Se logra a pasitos pequeños y con tiempo."
"Si te miras al espejo, pon mucho cuidado en cómo te miras, porque esa mirada te puede dar y quitar muchas cosas."
"Es imposible ser totalmente independiente y autónomo; una parcela de ti siempre necesitará llenarse con otras personas."
"No te quejes del mundo en el que vives y de su dificultad, analízalo y vívelo como el más apasionante y adictivo de los juegos."
"No intentes cambiar el mundo de golpe. Es imposible. Cámbiate a ti mismo y observa cómo contigo o sin ti él también cambia."
Cómo cambia la gente; de inmaduro consciente a maduro inconsciente. La verdad es que era un tipo sabio yo... un adolescente sabio sin blog.